Aquí tenemos dos ejemplos opuestos de frases promocionales. El primero es prodigioso en cuanto a su concisión. Es tan directo que no me cuesta imaginármelo en una conversación entre el agente de la escritora y el editor. El segundo, al contrario, es un ejemplo de complicación. Cuanto más lo leo menos lo entiendo. Es lo que tiene evitar el doble como.
Aquí tenemos dos ejemplos opuestos de frases promocionales. El primero es prodigioso en cuanto a su concisión. Es tan directo que no me cuesta imaginármelo en una conversación entre el agente de la escritora y el editor.
ResponderEliminarEl segundo, al contrario, es un ejemplo de complicación. Cuanto más lo leo menos lo entiendo. Es lo que tiene evitar el doble como.