viernes, 20 de agosto de 2021

Imágenes de cf. XXIV

"Desde la cima del banco de tierra, los niños les llamaron al tiempo que les señalaban con las manos hacia el cielo. Poniéndose a la escucha, oyeron el zumbido de motores de avión aproximándose. Sus ojos buscaron por encima del montón de tierra. Se trataba de bombarderos pesados en dirección al norte y a no más de novecientos o mil metros de altitud. 
En medio de un silencio escalofriante, el grupo contempló los aparatos hasta que fueron desapareciendo en la lejanía. Aún se oían los motores y la excitada cháchara de los chicos, pero ninguno de estos sonidos alteró el cerrado mutismo en que, debido a sus pensamientos, se habían sumido los adultos. 
—¿Leeds? —preguntó en un susurro Ann, cuando dejaron de ver los aviones. 
Nadie contestó en seguida. Finalmente fue Pirrie quien con su tranquila y modulada voz de siempre, dijo:
—Es posible. Claro que hay otras explicaciones. Pero en cualquier caso, creo que debemos marcharnos."