Doce amigos estadounidenses están a punto de emprender el viaje de su vida, desde el pie del Himalaya en China hacia las selvas inexploradas de Birmania, para profundizar en el arte y la cultura de ambos países. La mañana del día de Navidad, todos menos uno -que sufre resaca- inician una excursión de medio día, pero ya no regresan. Los diez amigos se encuentran en medio de la selva, en una poblado secreto donde se oculta una tribu medio extinguida que ve en uno de ellos a su salvador, el líder que han estado esperando para que les proteja de la violencia del régimen militar birmano.
Eve es una gran seguidora de Amy Tan, hasta tal punto que ha leído todas sus novelas. Ésta última, por llevar la contraria a la crítica, es la que más le ha gustado. Es preciosa y diferente, dice.
Lejos del carácter costumbrista que prima en los anteriores libros de la norteamericana, Un lugar llamado nada ahonda en temas de índole cultural y político. Lleva al lector hasta una Birmania a la par exótica y totalitaria. Narrada por un fantasma, su coralidad la aleja también de la norma, pues en las novelas de Tan siempre había primado el punto de vista particular, y especialmente la relación materno filial.
Un libro con descripciones y momentos maravillosos que debido a su condición singular no se configura, sin embargo, como buena piedra de toque para conocer las inquietudes habituales de su autora.
Me ha encantado tu blog, es un placer para el intelecto, te importa que te enlace? ;)
ResponderEliminar¿Cómo me va a importar? Adelante. Y muchas gracias por tu comentario.
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