Sportula acaba de sacar a la venta La hora del dragon, el cuarto volumen de Las Crónicas Nemedias, que es como la editorial ha titulado la serie con la obra completa de Conan escrita por Robert E. Howard. Pulsando el enlace del título de la novela obtendran toda la información, así que me limitaré a resumirla contándoles que los libros contienen los relatos originales tal como los concibió su autor, sin las adulteraciones posteriores perpetradas por L. Sprague de Camp y compañía. El ensayo que abre este volumen y que precede a la única novela que escribió Howard sobre su personaje está escrito por el responsable de este blog, quien, sobra decirlo, no es George Kaplan. Han sido unos cuantos meses de documentación y trabajo, y tengo que decir que, a pesar de cuánto me cuesta escribir, me lo he pasado como un mico. Volver a leer estos relatos ha sido una experiencia nostálgica y enriquecedora; siguen pareciéndome tan vibrantes como entonces.
Cuando me comprometí a escribir un prólogo sobre la máxima figura de la Espada y brujería, fantasía pura y dura al fin y al cabo, un amigo mío me dijo aquello de "Donny, no estás en tu elemento". Se equivocaba. Conan es un personaje que lleva conmigo desde la infancia, desde aquellos Relatos Salvajes publicados por la editorial Vértice, y antes del trabajo de documentación ya le conocía bastante bien. Muchas personas llegamos al cimerio gracias a los tebeos y una pequeña parte del texto que he escrito está dedicado a ellos. También he incluido alguna teoría de ciencia ficción, no lo he podido evitar. Para tranquilidad de los puristas, ambas cosas están supeditadas a la obra del escritor, un fenómeno tan sorprendente como determinante en la literatura popular y en la cultura de nuestros días. Si quieren saber por qué, lean esta novela. Créanme si les digo que en La hora del dragón están recogidas todas las virtudes de un autor inimitable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario